Aunque alabar y adorar a Dios es algo maravilloso y sublime, también es una experiencia viva. Es algo muy real y palpable, que
todos podemos experimentar y que no está vedado para nadie.
Muchos han hablado y escrito acerca de la alabanza y la adoración. Mas, quisiera compartir en este primer artículo de esta serie, algunos aspectos que considero importantes, en cuanto a lo que significa alabar y adorar a Dios; así como la diferencia entre ambos conceptos.
Este es un tema amplio y profundo, que resulta a veces algo difícil ponerlo en palabras, Quizás no alcancemos a captarlo en toda su magnitud (valiéndonos tan solo de nuestro intelecto humano). Más bien
es algo que cada quien debe experimentarpersonalmente con el Señor, convirtiéndose en una realidad en su vida, para poder adentrarse en la belleza y maravillas de alabarle y adorarle, como dice su palabra,
“en espíritu y en verdad” (Juan 4:23,24).
Solo quien lo vive ha de comprenderlo, pues no se trata de captarlo nada más que con la mente. También hay que entenderlo y vivirlo con el corazón, el alma y el espíritu. Con toda razón dijo el apóstol Pablo:
"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente."
1 Corintios 2:14
Aún así, quisiera que, dentro de nuestras humanas limitaciones, meditáramos un poco acerca de lo que implica alabar y adorar a Dios.
QUÉ ES ALABAR Y ADORAR A DIOS
¿Es lo mismo alabar a Dios que adorar a Dios? Bueno, muchas veces en nuestro diario hablar tendemos a utilizar indistintamente estos términos. Aunque
ambas cosas implican rendirle tributo, exaltación, honor, veneración y gloria a Dios; podría decirse que
existe una delgada línea que diferencia ambos conceptos.
Contrario a ciertos esquemas de antaño, la alabanza no se refiere a los cantos rápidos y la adoración, a los cantos lentos. Tampoco, la alabanza y la adoración a Dios tienen que ver, siempre y necesariamente, con la música o el canto. Hay en ello mucho, pero mucho más que eso. Existe una riqueza inmensa cuando nos adentramos a alabar y adorar a nuestro Dios.
1. LA ALABANZA: La alabanza a Dios
es, principalmente,
un acto de gratitud por todo lo que Dios hace, pero más aún, porque él es digno de ella. Alabar a Dios implica un acto de reconocimiento de su grandeza y señorío, así como de lo excelso, único, admirable y grandioso que es él.
Es decir, al alabarle le glorificamos por todo lo que él ha hecho, hace y hará con y por nosotros, y por toda su obra en el universo entero. Y nos gozamos con júbilo y gratitud en todo esto. Al alabarle, bendecimos a Dios por cómo es él y por lo que nos da y hace por nosotros.
Los siguientes pasajes son un claro ejemplo de alabanzas directas a Dios, y le recomiendo leerlos:
Ahora bien, si tan solamente alcanzamos este punto, de alabar a Dios, podremos experimentar gran gozo y bendición, pero posiblemente no habremos llegado al nivel de un encuentro profundo con el Señor en espíritu y en verdad, como él quiere y como está buscando que le adoremos.
Esto no quiere decir que la alabanza a Dios sea superficial y carezca de profundidad. Claro que no. Lo que quiero decir es que es
la alabanza es la puerta de entrada que nos conduce hacia aguas aún más profundas y hermosas con Dios: nos lleva a sumergirnos en las aguas de la adoración.
La alabanza a Dios nos va llevando o abriendo el camino hacia un punto más profundo de encuentro con él, que es la adoración al Señor.
2. LA ADORACIÓN: La adoración Dios implica mucho más que alabarle.
Es un encuentro profundo con el Señor, con su Persona Divina. A través de este encuentro personal podemos palpar Quién es él y tomamos conciencia de quiénes somos nosotros, junto a él; así como de nuestra inmensa
pequeñez e
insignificancia.
Al venir ante Dios en adoración, ya no solo le exaltamos por todo lo que hace por nosotros y por todas sus maravillas y obras magníficas. Más allá de todo eso, la adoración implica exaltarle, engrandecerle POR QUIÈN ES ÉL.
Todos estos aspectos que, a grosso modo acabamos de mencionar, respecto a la adoración a Dios, merecen ser vistos con mayor detenimiento, pues encierran grandes y profundas verdades. Tener conciencia de las mismas, puede abrirnos mejor los ojos ante las grandezas y bendiciones del alabar y adorar a Dios.
Por eso, te invito a ver los artículos de la siguiente lista, en los cuales estudiaremos en más detalle todo esto y mucho más. No dejes de leerlos, pues sé que te serán de bendición:
Adoración y reverencia
La adoración nos une más a Dios
La adoración es un acto de sumisión a Dios
¿Cómo llegar ante Dios en adoración? PARTE 1
¿Cómo llegar ante Dios en adoración? PARTE 2
¿Cómo será adorar a Dios eternamente? PARTE 1
¿Cómo será adorar a Dios eternamente? PARTE 2